sâmbătă, 5 ianuarie 2013

siempre

Miro por la ventana y ahi esta el otra vez, siempre con esas ganas endemoniadas de abofetearme. Veo sangrar mi nariz en sus ojos mientras se acerca a la puerta, y siento esa vena que se hincha, que crece en mi frente. Siempre se repite la misma escena, salgo para pedirle que me entienda, que recapacite, trato de que vea otras posibilidades y justo ahi entre... ¡PAF! viene la cachetada, dura, pareja, llena de intención, y yo lleno de verguenza vuelvo sobre mis pasos, cierro la puerta y comienzo a escribir.

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